Medio ambiente de trabajo en el siglo XXI
| Autor | Héctor-Hugo Barbagelata |
| Cargo | Profesor Emérito de la Facultad de Derecho de Montevideo de la Universidad de la República (Uruguay) y Doctor en Economía y Legislación Obrera de la Universidad de París ? Sorbonne |
| Páginas | 11-21 |
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Hay una serie de televisión que lleva el título de seis mil millones de otros, que está formada por magníficos retratos vivientes (y parlantes) de gente común de todas partes del mundo, de todas las etnias y de todas las lenguas. Anoche, apareció la figura de una sencilla anciana, la cual se limitó a pronunciar estas sabias palabras: “Cuando se es viejo, sólo se deberían decir cosas importantes y definitivas” y luego de una breve pausa, agregó: “Pero es difícil”.
Es difícil, he aquí mi problema para responder adecuadamente a la invitación, que tanto aprecio y agradezco, de abrir vuestro seminario internacional.
En todo caso, comenzaré por una simple comprobación, se trata del hecho de que cuando se consulta en Internet sobre el medio ambiente de trabajo, lo primero que llama la atención es la cantidad de estudios y publicaciones que se concentran en puntualizaciones sobre el concepto y la definición del tema, incluso hay mensajes de estudiantes que piden aclaraciones a ese respecto.
Lo cual es explicable, sea por la necesidad de precisar las cuestiones comunes y las particularidades respectivas del medio ambiente de trabajo, y del medio ambiente global, sea por la permanente renovación y múltiples cambios de los elementos que conforman ambos.
En una rápida mirada encontraremos entre los factores que alteran permanentemente el cuadro: de ambas realidades: las innovaciones en los métodos, en las técnicas de producción y en los materiales, así como los cambios en los comportamientos sociales, y en la interrelación y diversificación de dichos factores.
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En todo caso, el medio ambiente, de trabajo, integrado en el medio ambiente general, forma una madeja en la que se mezclan diversas cuestiones relacionadas con la influencia y significación cuantitativa y cualitativa de ellas, en la vida de los seres humanos.
De este modo, cobran especial importancia una muy grande cantidad de situaciones que parecen baladíes, pero que en cada tiempo y en cada comunidad condicionan el medio ambiente de trabajo de los individuos singularmente considerados, como ya lo advertía lúcidamente el doctor Villermé en su famosa investigación de 1840.
Así por ejemplo, para hacerse una idea del medio ambiente de trabajo de cada cual, cuenta: la distancia desde la respectiva vivienda al establecimiento, así como los medios de locomoción cuando existen, sus comodidades y el lapso que insume cada viaje, lo cual inevitablemente se suma al tiempo de permanencia en el local de trabajo y restringe la libertad de cada trabajador.
Por otro lado, cuenta la hora en que estas cosas y el propio trabajo transcurren, en particular los turnos nocturnos, los desequilibrantes turnos alternados y rotatorios, y demás cuestiones vinculadas con el medio ambiente general y el de trabajo, (Recuerdo a ese propósito, que en una historia del trabajo en Suecia se señalaba que hasta avanzado el siglo pasado, antes que las cosas allí comenzaran a cambiar, si bien era frecuente que las empresas que se establecían en lugares remotos facilitaran viviendas a los obreros que contrataban, la crudeza del clima hacía que un despido con inmediata entrega de la vivienda equivaliese a una sentencia de muerte del trabajador y de su familia, o sea que había una única opción: aguantar lo que se le impusiese o morir en defensa de su dignidad).
Así las cosas, resulta lógico, que todo lo que se haga en favor del medio ambiente y de las condiciones sociales en general tendrá, casi seguramente, efectos favorables sobre el medio ambiente de trabajo, aunque, desde luego, en este último, radican problemas propios que requieren una atención específica.
En efecto, el medio ambiente de trabajo opresivo, incómodo, peligroso o descuidado en sus condiciones de seguridad, pone en primer plano la afectación de la vida y de la dignidad de las personas que trabajan, por las iniquidades y los riesgos a veces mortales que provoca y basta pensar en la terrible situación por la que han pasado y en que han quedado los treinta y tres mineros chilenos quienes, por ahora, por suerte y por su coraje, su profesionalidad y capacidad de supervivencia, han salvado sus vidas, que la empresa desaprensivamente descuidó, y que si la suerte y su voluntad los sigue acompañando tendrán que continuar resistiendo por mucho tiempo más, en una situación límite.
Además, el medio ambiente de trabajo reclama permanentemente nuevas formas de encarar las relaciones entre las personas en las situaciones de convivencia forzosa que se dan en el ámbito de la empresa, con su secuela de conflictos de variadas causas, incluidos los acosos y la discriminación por diversísimos motivos. Y no hay duda que la atención que hoy reciben esos problemas, como también el trabajo forzoso o esclavo, la
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desigualdad del trato de las trabajadoras, o el trabajo infantil (todos los cuales son tan antiguos como el trabajo mismo), solo han llegado a entenderse y recibir la atención del derecho, a favor de significativos cambios en las costumbres, a lo que hay que agregar la discusión sobre las prerrogativas, los límites y las responsabilidades de los empresarios y de las autoridades, tanto como la institución y la actuación de los sindicatos y de los órganos de control con participación obrera.
Asimismo, debe tomarse en cuenta la significación del medio ambiente de trabajo en relación con la productividad de las empresas y un larguísimo etcétera.
* * *
Ahora bien, si miramos el tema desde el ángulo de los protagonistas de las relaciones laborales y cotejamos sus diversas actitudes ante el medio ambiente de trabajo, descubrimos otra perspectiva, de singular interés.
Por de pronto, advertimos que ante la referida problemática se pueden señalar diferentes respuestas de los empresarios.
Una primera actitud, que los especialistas en el tema califican como reactividad reactividadreactividad reactividadreactividad medio ambiental,
medio ambiental,medio ambiental,
medio ambiental,medio ambiental, se caracteriza porque las acciones de los empresarios en ese ámbito, se limitan a la introducción de los cambios mínimos exigidos por las autoridades.
Es cierto que también se cuenta en muchos países con un numeroso grupo de empresarios que persiguen lo que da en llamarse proactividad medio ambiental. proactividad medio ambiental.proactividad medio ambiental. proactividad medio ambiental.proactividad medio ambiental. Son aquellos que adoptan voluntariamente medidas que van más allá de lo que se les exige por las...
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