Estancamiento Neoliberal: las razones subyacentes

AutorJosé C. Valenzuela Feijóo
CargoDepartamento de Economía, UAM-I.
Páginas71-89

Page 71

José Valenzuela Feijóo1

Propósitos (introducción) del ensayo: ¿Cuál es la fracción clasista hegemónica en el modelo neoliberal, cuáles son sus intereses objetivos? ¿Cómo estos intereses se expresan en la política económica? ¿Por qué esta política conduce al estancamiento económico y a una muy regresiva pauta distributiva? Tales son las interrogantes centrales que se pasan a examinar.

Page 72

1. Las fracciones clasistas que se benefician y los dañados

El modelo neoliberal combina el peor de los mundos posibles: altísimas tasas de explotación (lo que determina una distribución del ingreso muy regresiva) y muy bajos niveles de acumulación (lo que da lugar a un crecimiento nulo o ínimo). En este sentido, no se debería esperar que este patrón de acumulación sea capaz de consolidarse para un período largo. No obstante, hay poderosas fuerzas que lo apoyan y que para nada facilitan su posible sustitución.

¿Cuáles son esas fuerzas sociales?

En calidad de fracción clasista hegemónica debemos situar al gran capital dinero de préstamo.2 Es decir, al usualmente conocido como capital bancario o inanciero. En segundo lugar tenemos al gran capital monopólico industrial con capacidad de acceso a los mercados externos y que, por lo mismo, se puede aprovechar de los procesos de apertura. En muchos casos, por no decir que siempre, esta fracción del capital opera integrada a la primera en términos de grandes grupos inancieros o grupos supracorporados. Esto no es una novedad: constituye una de las regularidades más notorias en el curso del desarrollo capitalista. Lo que sí cabría subrayar es que, en el caso mexicano y para el período neoliberal, al interior de esos grandes grupos, los intereses dominantes parecen ladearse hacia la dimensión inancieroespeculativa del negocio capitalista.

En tercer lugar tenemos al gran capital monopólico extranjero (industrial y inanciero), muy en especial el que proviene de Estados Unidos. También aquí, se advierte una fuerte imbricación de este capital con los grupos nativos. Y conviene subrayar: al gran capital estadounidense el modelo neoliberal mexicano le resulta extraordinariamente favorable. Le abre mercados en el país para la colocación de sus productos y a los grandes bancos y corredurías de Estados Unidos les proporciona una esfera de inversión altamente rentable. Asimismo, le concede un poder diferencial en su lucha competititva con los capitales extranjeros que provienen de otras grandes potencias imperiales, tales como Japón, Alemania y otras.3

Page 73

Tales serían las fracciones clasistas que más se beneician y que integrarían el bloque de poder en las condiciones del patrón neoliberal. Y como se puede observar, se trata de fuerzas muy poderosas.

¿Qué grupos sociales resultan más castigados?

Para abreviar nos podemos limitar a señalar las dos clases sociales más importantes y que se ven especialmente dañadas por la operación del modelo.

Primero, tenemos al proletariado industrial. Éste se ve afectado por la desocupación y la destrucción industrial, lo que a veces provoca una disminución absoluta de los contingentes de trabajadores industriales. Asimismo, se debe remarcar el brutal descenso del salario real y de las condiciones generales que enmarcan al trabajo obrero.

Segundo, está la burguesía industrial, en especial la que trabaja para el mercado interno. Ésta se ve perjudicada por las altas tasas de interés, por la competencia extranjera asociada a la apertura externa y la consiguiente dessustitución de importaciones que afecta a la mayoría de las ramas industriales, por la creciente penetración del capital extranjero y por la severa restricción de los mercados internos que se deriva de la reducción salarial, del menor gasto público y del desplome de la inversión productiva.

Los damniicados no se reducen a esas dos clases fundamentales. El “apocalipsis” neoliberal afecta a la gran mayoría de los grupos sociales y, por ello, se le ha caliicado como modelo “concentrador y excluyente”. Pero aquí, en loor de la brevedad, nos limitamos a lo recién mencionado.

2. Fracción dominante y política económica capital dinero de préstamo y capital ficticio

Como regla, el tipo de política económica dominante responde a los intereses de la fracción clasista dominante. Y también, en sus aspectos menos centrales, a las alianzas clasistas que pudieran estar en operación. Este recordatorio es muy elemental, pero nos permite evidenciar la eventual racionalidad de dicha política. Racionalidad, no en un sentido abstracto absoluto sino en cuanto esa política resulta congruente y funcional con los intereses objetivos de la clase.

Page 74

La política económica neoliberal, de acuerdo a sus promotores, busca alcanzar la llamada “estabilidad macroeconómica”. Esta estabilidad, gira básicamente en torno a dos variables: i) la estabilidad del tipo de cambio; ii) la estabilidad en el nivel de precios: se trata de suprimir la inlación o, en todo caso, de trabajar con muy bajos ritmos de incremento en los precios. Para algunos, incluso, un menor nivel de precios llegaría a ser el desiderátum.

La noción de “estabilidad macroeconómica” que se maneja es bastante tramposa. Ello, pues deja de lado nada menos que a los principales agregados macroeconómicos, tales como: i) el PIB global; ii) el PIB industrial; iii) la ocupación; iv) la inversión, en especial la productiva; v) los salarios y las ganancias industriales; vi) etc.

Se podría quizá pensar que las dos metas centrales aseguran la estabilidad de las variables macroeconómicas centrales. Pero lo cierto es que la evidencia empírica es muy contundente: durante el período neoliberal, las citadas variables se tornan muy oscilantes y asumen una inestabilidad (que podemos medir por el coeiciente de variabilidad de la variable respectiva) que es muy superior a la que manifestaban en la fase previa. Por ejemplo, en el caso del PIB global, amen de que casi no crece, para el período neoliberal se observa un coeiciente de variabilidad muy superior al que tuvo lugar en la fase de industrialización sustitutiva. En Chile, vg., en el período 1958-70, el coeiciente de variabilidad del PIB fue 0.52 y en el período 1973-85, años de euforia neoliberal, subió a nada menos que 4.23.4 Para América Latina, este coeiciente fue de 31% en 1950-1980 (creciendo el PIB al 5.5% anual) y subió a 103% en la fase neoliberal 1981-2003 (creciendo el PIB al 2.1% anual). En suma, el crecimiento se cae a menos de la mitad y la inestabilidad se triplica.5

En realidad, esa limitada y unilateral “estabilidad neoliberal”, es justamente la que provoca el estancamiento e inestabilidad real que se observa en el período. Como apuntara B. Foster, nos topamos con la coexistencia de dos realidades, el estancamiento económico y la explosión inanciera, realidades que no son independientes y que, muy al contrario, se ayudan la una con la otra.6

Page 75

En otros tiempos, se pensaba que las funciones de la banca y de instituciones inancieras como la bolsa de valores, radicaban en centralizar recursos monetarios para luego aplicarlos al inanciamiento de la inversión productiva. Pero en la fase neoliberal, este tipo de lujo prácticamente no funciona para nada. En Estados Unidos, por ejemplo, durante el último auge el gasto en inversión del sector privado se inanció en un 90% promedio con cargo a las utilidades de las empresas. Y sólo el 10% restante provino de fuentes externas, como los bancos y mercados inancieros.7 El alto peso de los fondos internos se explica tanto por el alto nivel de las ganancias como por los bajos niveles de la inversión (pese al auge). Pero entonces, ¿cómo explicar el violento ascenso de los activos inancieros? La disociación es muy clara: los activos inancieros se disparan y poco o nada tiene que ver este comportamiento con el que despliegan los activos reales de la economía.

Explicar este fenómeno nos llevaría muy lejos, pero al menos conviene ensayar una mínima indicación.8Para ello, conviene recoger la categoría marxista de “capital icticio”. Según Marx, “la formación del capital icticio se llama capitalización. Para capitalizar cualquier ingreso periódico lo que se hace es considerarlo, con arreglo al tipo medio de interés, como el rendimiento que daría un capital prestado a este tipo de interés.”9 Agregando nuestro autor que “estos títulos se convierten en formas del capital a interés, porque no sólo garantizan ciertos rendimientos, sino que además pueden venderse, convirtiéndose de nuevo, con ello, en valorescapitales.”10 Se trata, entonces, de: a) títulos de deuda, con cargo a los cuales la persona o grupo que los detenta, adquiere el derecho a recibir cierta corriente de ingresos a futuro. Surgiendo aquí un problema: el de la certidumbre de esos ingresos; b) estos títulos o derechos son negociables. Es decir, están sujetos a eventuales compras y ventas. Acá, surge otro problema: el de las diicultades o facilidades que se encuentran para vender estos activos: su “grado de liquidez”; c) el precio de estos activos inancieros se conigura capitalizando los ingresos esperados. En principio, por lo tanto, este precio depende de dos factores: los ingresos que se esperan y la tasa de interés, la

Page 76

que funciona como factor de actualización de esos ingresos. Por supuesto, factores como el grado de liquidez, el riesgo, etc., también inluyen.

Los títulos o papeles que integran el capital icticio, a veces guardan cero relación con el capital real. Tal es el caso, vg., de los bonos de la deuda pública. En otras modalidades, como en el caso de las acciones de empresa, se puede...

Para continuar a ler

PEÇA SUA AVALIAÇÃO

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT