A la sombra del cóndor: arte, resistencia y movimientos alternativos transnacionales durante las recientes dictaduras latinoamericanas (1976-1983)

AutorMónica Sol Glik
CargoDoutoranda em História Contemporânea da Universidade Autônoma de Madrid
Páginas149-167
http://dx.doi.org/10.5007/1807-1384.2013v10n1p149
Esta obra foi licenciada com uma Licença Creative Commons - Atribuição 3.0 Não
Adaptada.
A LA SOMBRA DEL CÓNDOR: ARTE, RESISTENCIA Y MOVIMIENTOS
ALTERNATIVOS TRANSNACIONALES DURANTE LAS RECIENTES
DICTADURAS LATINOAMERICANAS (1976-1983)1
Mónica Sol Glik2
Resumen: Este trabajo pretende acercarse al aspecto menos explorado de la
historia de las recientes dictaduras latinoamericanas. A partir de la narrativa de sus
protagonistas, se intenta una primera aproximación a esas jóvenes mujeres y
jóvenes hombres, entendidos como agentes de una red transnacional en cuyo
interior se instalaban urgentes discusiones sobre las potencialidades de la libertad,
desafiando los convencionales roles de género y experimentando nuevas maneras
de relacionamiento afectivo y sexual, percibidas como formas militantes de lucha y
resistencia.
Palabras Clave: Militancia. Resistencia Cultural. Movimientos Transnacionales.
Dictaduras. Brasil y Argentina.
El T.I.T.
En los últimos años, numerosos trabajos han contribuido para aproximarnos a
los violentos mecanismos de la represión ejercida por las recientes dictaduras
latinoamericanas. Gracias a estas contribuciones, conocemos cada vez mejor el
complejo entramado en el que se imbricaron importantes sectores de la sociedad
civil, dando lugar a la denominación, cada vez más aceptada, de “dictaduras cívico-
militares”. Fue justamente esa implicación civil la que facilitó la construcción de una
red de terror de estado que creció bajo su amparo y complicidad en todo el Cono
Sur, extendiendo el alcance del miedo a todas las personas por medio de la
denuncia personal. Sin embargo, las subjetividades aprisionadas por el estado
represivo desbordaban los márgenes del régimen e inventaban formas cotidianas de
resistencia individual y colectiva, burlando el control policial para organizarse en
movimientos alternativos entendidos como foco s de lucha, acción y resistencia. No
1 Este estudo é realizado com ajuda financeira do Instituto Franklin de Investigação da Universidade
de Alcalá de Henares, como parte do trabalho do grupo de investigação Modernidades alternativas
em América: memória e resistência.
2 Doutoranda em História Contemporânea da Universidade Autônoma de Madrid. Professora de
História Contemporânea da Universidade Federal de Santa Catarina. Mestre em História
Contemporânea pela Universidade Autônoma de Madrid. E-mail: solglik2@yahoo.es
R. Inter. Interdisc. INTERthesis, Florianópolis, v.10, n.1, p. 149-167, Jan./Jul. 2013
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obstante la certeza del peligro, otra red transnacional se estaba formando para
combatir el terror por la vía del arte y la desobediencia. Los grupos argentinos de
arte alternativo, como el T.I.T (Taller de Investigaciones Teatrales), Cucaño o la
Escuela de Mimo Contemporáneo (EMC), que entraron en contacto con los grupos
brasileños Viajou sem Passaporte, Persona y Teatro Oficina, consiguieron burlar
tanto la vigilancia policial como la prohibición de agrupamiento, combatiendo la
imposición del miedo a través de performances e intervenciones urbanas que
invitaban a desplazar el ángulo obligatorio de observación de la realidad.
El último día de enero de 1980, una kombie de color amarillo mostaza y
patente brasileña circulaba por la avenida Córdoba en dirección a la calle Junín, en
pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, cuando fue interceptada por un vehículo
policial. Los once pasajeros de la kombie (que exhibía una faja de lado a lado con la
frase “Que viva el Zangandongo”), tuvieron que bajarse y someterse a un ritual
consabido pero olvidado durante los treinta días de estancia en Brasil: chicos y
chicas de espaldas, manos sobre la pared, pasando por examen “preventivo” de
porte de armas. La rutina obligaba al interrogatorio individual, pero esta vez los
policías se saltearon el procedimiento. Después de revisar el vehículo -lleno de
sombreros de los más variados modelos y épocas- la sorpresa se evidenció en la
pregunta: “Pero, ¿y ustedes, quiénes son?”3.
El Taller de Investigaciones Teatrales (T.I.T) fue fundado por el argentino
Juan Oviedo a mediados de los años setenta, cuando la agonía del gobierno de
Isabel Perón daba lugar a la creación de la Triple A (Alianza Anticomunista
Argentina). Esta sería la piedra fundadora del régimen represivo que se impondría
en marzo de 1976 a partir del golpe de estado liderado por Jorge Rafael Videla,
Emilio Massera y Orlando Agosti, producto de la confluencia de importantes sectores
conservadores de la sociedad civil, la iglesia y las fuerzas armadas.
El T.I.T. se formó, por lo tanto, durante uno de los períodos de mayor
represión en el país, y creció durante todo el posterior régimen autoritario. De cinco
integrantes pasó a treinta, entre 1975 y 1977. Hacia finales de la década, contaba ya
con doscientos participantes. Pero su existencia era ignorada por las autoridades
policiales e, inclusive, por los agentes de la red de “los servicios” de investigación,
mecanismo fundamental del régimen represivo.
3 Relato de M.S.G, una de las protagonistas del episodio.

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