México en la Organización Internacional del Trabajo
| Autor | Hugo Italo Morales Saldaña |
| Páginas | 160-173 |
Page 160
Hugo Italo Morales Saldaña 1
México ingresó a la Organización Internacional del Trabajo el 12 de septiembre de 1931, adquiriendo con ellos las obligaciones y derechos de los demás miembros. Desde el año de 1925, el Grupo de los Trabajadores había sugerido que el Consejo de Administración examinara la posibilidad de invitar a nuestro país a ingresar a la Organización sobre las bases aceptadas por otros países que no eran aún miembros de la Sociedad de Naciones. Sin embargo, la decisión de participar en los trabajos de la OIT no se produjo sino después de que nuestro país ingreso a la Sociedad de Naciones.
La participación de México en la Organización ha sido particularmente activa. Esto le ha valido a nuestro país numerosas distinciones. Ha sido miembro del Consejo de Administración en múltiples periodos y ha ocupado su presidencia en diversas ocasiones.
Asimismo, México resultó electo, para presidir la 64ª Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, sesión que fue particularmente importante, pues en ese momento la OIT enfrentaba una grave crisis financiera debido al retiro de su principal contribuyente los Estados Unidos de América.
Por otra parte, tanto el sector trabajador como el sector empleados de México han estado representados permanentemente en el Consejo de Administración. La experiencia y prestigio de sus representantes les ha permitido influir directamente en las decisiones de los grupos no gubernamentales e este importante órgano de la OIT.
La explotación y dureza de las condiciones laborales durante la Revolución Industrial, generó un extraordinario desarrollo económico a costa de la fuerza laboral, motivando el nacimiento de ideas sobre una reglamentación universal en materia de trabajo
Roberto Owen textilero Gales, al inaugurar en 1816 , la escuela que fundó en sus establecimientos de New Lanark en Escocia, lanza por primera ocasión la idea de un derecho internacional del trabajo; congruente con esta posición, en 1818 propuso la creación de una Comisión de Trabajo ante el Congreso de la Santa Alianza reunido en Aquisgrán, Alemania, insistiendo en la necesidad de acciones internacionales para
Page 161
mejorar la situación laboral de los trabajadores europeos; censurando sus jornadas extenuantes, la explotación de mujeres y menores con salarios de hambre y las condiciones infrahumanas en la prestación del servicio.
Jerónimo Adolfo Blanqui profesor universitario francés, en su Curso de Economía Industrial, dictado en la Sorbona de París en 1833, reiteraba la necesidad de dictar medidas reglamentarias en materia laboral, dirigidas a todos los países industriales que competían en el exterior, para evitar consecuencias económicas desastrosas en perjuicio de todos ellos.
Consideraba que las potencias habían demostrado su capacidad para celebrar tratados de guerra en los cuales se mataba hombres, con mayor razón estaban en la posibilidad de celebrarlos para conservar la vida.
Daniel Legrand, industrial alsaciano francés, presentó en 1840 una iniciativa al Parlamento Francés para que éste influyera sobre los Estados Europeos, en la creación de normas internacionales que redujeran a 12 horas las jornadas laborales. Formuló además, proyectos de reglamentación del trabajo nocturno; actividades insalubres, peligrosas; descanso semanal, y trabajo de menores.
La necesidad de mejorar la existencia de la masa obrera, consolidar la paz social entre los países industrializados europeos, previniendo conflictos, dictar disposiciones uniformes en materia laboral, equiparando condiciones entre los miembros, fueron el motivo de las reuniones iniciales sobre el tema.
La Asamblea del Consejo Federal Suizo aceptó la propuesta presidencial de convocar a una conferencia preparatoria internacional con el objeto de unificar las normas laborales invitando para el efecto a diversos países, sin embargo, Alemania le solicitó el cambio de
sede a Berlín, aceptándose su realización en 1890. En esa oportunidad se tomaron en cuenta diversas sugerencias y recomendaciones, sin embargo los asistentes en su carácter de agentes diplomáticos, no adquirieron compromisos, concretándose a tomar nota de las inquietudes al respecto.
Bruselas, Bélgica en 1897, fue la primera Sede Internacional en el cual se mencionó la necesidad de integrar un órgano permanente en materia laboral. Tampoco hubo resultados concretos, pero se concientizaron los participantes en la importancia de unificar criterios, sin adquirir ningún compromiso al respecto.
Celebrado en 1900 constituyéndose la Asociación Internacional para la Protección Legal de los Trabajadores, creando en esa ocasión la Oficina Internacional del Trabajo con sede en Basilea Suiza, la cual tenía por objeto facilitar el estudio de la Legislación Laboral Europea, promoviendo su concordancia, encargándose además de los futuros congresos internacionales.
Los primeros acuerdos elevados a la categoría de obligatorios, fueron celebrados en el Congreso de 1905 de Berna, Suiza, adoptando dos convenios internacionales que regulaban el trabajo nocturno de las mujeres en establecimientos industriales y la prohibición de emplear fósforo blanco en la fabricación de cerillos.
En esa oportunidad, se convocó a una reunión técnica ha realizarse en 1913 en Berna Suiza, para discutir sobre la prohibición del trabajo nocturno de los jóvenes y la jornada máxima para mujeres y menores, sin embargo las condiciones que prevalecían en Europa sobre un posible conflicto bélico, impidió llevar a cabo
Page 162
un Congreso Internacional proyectado para celebrarse en 1914, en el cual se aprobarían los términos acordados en el evento preliminar.
Este acontecimiento interrumpió la evolución de la materia internacional, pero creó las condiciones para fortalecer la idea de formar un verdadero organismo internacional de trabajo, que beneficiara a los trabajadores de todo el orbe.
En Leeds, Inglaterra 1916, asistió la representación obrera de los Países aliados, decidiéndose incluir en el futuro tratado de paz una parte que incluyera los mínimos de derechos a favor de los trabajadores.
Londres, Inglaterra 1917 y El Havre, Francia 1918, reunieron a los Países Europeos y Estados Unidos de Norteamérica, presentando una iniciativa para redactar una Carta Internacional del Trabajo.
Una vez concluida la Primera Guerra Mundial y previamente a la celebración del Tratado de Paz, se convocó en 1918 la Conferen- cia de Berna, Suiza formulando la llamada “Carta de Berna”, que constituye el antecedente de la parte XIII del Tratado de Versalles.
La Conferencia de Paz reunida en Versa-lles, Francia al término de la primera guerra mundial, creó un órgano denominado Sociedad de las Naciones, en cuya parte XIII incluyó a la Organización Internacional del Trabajo, con
objetivos técnico-laborales y unificación de los preceptos internacionales en Materia Laboral y de Seguridad Social.
El antecedente sobre el tripartismo de la OIT, se encuentra expresado en la Conferencia Obrera Interaliada celebrada en Leeds, Ingla-terra en 1916. El Proyecto presentado por la Delegación Británica establecía la necesidad de crear un órgano permanente laboral que periódicamente celebrara reuniones internacionales unificando las normas en la materia.
Las Delegaciones de cada país miembro, deberían integrarse con un representante obrero, otro empleador y dos gubernamentales, sin embargo todos ellos participarían en un plano de igualdad.
Se insistió mucho en la necesidad de comprometer a los gobiernos en las decisiones de la OIT, por tal motivo se les otorgó doble repre- sentación, obligándoles así, a la formulación de leyes nacionales derivadas de su intervención mayoritaria en la estructura de la Organización.
El tripartismo estableció un reclamo del sector de los trabajadores, exigiendo un foro mundial participativo, en el cual fueran escuchadas sus peticiones. Por otra parte, integrar en el sistema internacional los intereses a los cuales se dirigen las disposiciones laborales, constituye un factor determinante para orientar sus principios y el ejemplo dado al mundo con esta forma de composición tripartita, ha propiciado que muchos países recurran al sistema, para fortalecer sus principales órganos laborales.
En el mes de mayo de 1944 y precisamente bajo el fragor de la Segunda Guerra Mundial, la Conferencia General celebró su vigésima sexta reunión estableciendo con mayor precisión los fines y objetivos de la Organización Internacional del Trabajo incluyendo los principios que deberían inspirar a todos sus miembros, dándose a
Page 163
conocer esta primera declaración bajo el título “Declaración de Filadelfia”
Con posterioridad a su nacimiento, la OIT se transformó en...
Para continuar a ler
PEÇA SUA AVALIAÇÃO